jueves, 8 de diciembre de 2011

Principes de los suburbios.... capítulo 1

PRINCIPES DE LOS SUBURBIOS
Capítulo 1: “tu nombre es...”
El miedo era cada vez mayor, hacía más de media hora que corrían y las fuerzas se les estaban acabando. No sabía cuánto más podrían aguantar, pero si se detenía es probable que todo acabara. Era de noche, las calles del barrio estaban desoladas salvo por una que otra pareja desviada que creyendo que la noche los escondería daban rienda suelta a sus besos y caricias.
El callejón podía cubrirlos pero no por mucho tiempo, los pasos se escuchaban cada vez más cerca y no tardarían mucho en alcanzarlos.
Se escucharon barios disparos y posteriormente el ladrido desesperado de los perros. El más grande iba delante y el más chico lo seguía casi sin aliento.
-Ahh….Chunnie- tropezó el más joven exhausto- ya no puedo.
-¡Maldición!-respondió dirigiéndose hasta el otro chico- ¿Cómo es que permití que te metieras en esto?-lo levantó y lo sostuvo por la espalda- por favor Junsu aguanta un poco mas- le suplicó de forma desesperada. El otro solo asintió, e incorporándose comenzó a correr agarrado de la mano de su compañero.
Siguieron corriendo hasta salir del callejón,  siguieron su curso y cruzaron la avenida poco transitada , para subir a una autopista-puente que pasaba sobre un río.
-Chunie ahí vienen- dijo Junsu mirando un auto negro que apareció doblando en la esquina.  El mayor miró hacia atrás y con pánico corrió mas rápido jalando del menor.
El auto paró unos segundos y a el subieron dos hombres que habían salido del callejón, y al instante aceleraron y se adelantaron a los prófugos, estacionando enfrente suyo sin importarles los problemas que les estaban causando a los pocos vehículos que pasaban por allí.
Yoochun apretó más fuerte la mano de Junsu y retrocedió hasta encontrarse con las vallas del puente. No pasó ni un minuto en lo que dos hombres salieran y uno comenzara a disparar.
¡YOOCHUN!-gritó el mas joven viendo como su compañero caía al río por los impactos de bala que recibió.-No…Yoochun- musito con lagrimas en los ojos mirando por el barandal hacia donde cayó el mayor.
El hombre que llevaba el arma iba a volver a disparar pero su compañero lo alerto de los escasos metros en que se encontraba una patrullera que se acercaba a ellos.
-Déjalo, él no era el blanco-dijo el que estaba en el auto al que tenía el arma. Rápidamente los que se habían bajado volvieron a subirse al vehículo, que en segundos aceleró a fondo para escapar de la policía que por lo visto estaba cerca cuando se escucharon los disparos.
-Yoochun….Yoochun…Yoochun-repetía casi inaudible el joven mientras aún miraba el canal con el rostro empapado en llanto.
…………………………………………………
La preparatoria Seognam, es una de la más prestigiosa del país, tenía alumnos de todas partes de la ciudad , y hasta algunos que solo se mudaban para poder asistir a dicho instituto. No solo el promedio de calificaciones era extremadamente alta a pasar de lo estricto de cada materia, sino que también poseía clubes que destacaban a nivel nacional en sus respectivas áreas.
Aunque la mayoría de los estudiantes es de la clase alta, no es un requisito para ingresar, el dinero ocupaba un lugar secundario.
Hacía ya tres semanas que las clases habían comenzado, y como era de esperar ya todas las actividades se  desarrollaban a ritmo normal, incluyendo los clubes se preparaban para un muy duro y competitivo año.
A lo lejos se divisaban dos siluetas acercándose a toda velocidad, uno tenía gran desventaja del otro, pero aún así no se daba por vencido, como lo poco que le quedaba de aliento trataba de disminuir la distancia pero sin éxito alguno.
-Gané!- dijo jadeando  mientras se agarraba por el portón de entrada al instituto.
-No es justo….yo no  soy ….deportista…. como …tu, Yunho- dijo el más alto tratando de recuperar algo de aire mientras se sostenía de las rodillas.
-no es mi culpa que seas un ratón de biblioteca y no hagas ejercicio- se enderezó haciendo fuerza por el portón.
-que no me llames así!- dijo con molestia.
-ya, Min, no te enojes, sabes que me gusta molestarte
 -Pues de eso ya me di cuenta, pero algún día me las cobraré todas. Ahora vamos que la campana ya debe estar por sonar.
Sin decir más ambos entraron al instituto junto con otros tantos estudiantes. Tanto Changmin como Yunho cursaban su último año de preparatoria en el mismo salón. La  campana sonó y con ella todos ocuparon sus respectivos asientos al ver al profesor de matemática entrar.
-buenos días alumnos, tengo novedades para todos- dijo el hombre de cabellos canosos, semblante serio y mirada sebera- pasa por favor Jaejoong.
Asomándose por la puerta, un joven de cabellos negros, ojos grandes y facciones delicadas caminaba junto al profesor.
-él es Kim Jaejoong, es posible que algunos lo conozcan, el ya pertenecía al instituto pero por algunas razones faltó por casi un año y por cuestiones de vacantes es que no pudo ser reincorporado con sus antiguos compañeros de clase, por lo tanto ahora estará con ustedes.
Todos en la clase mantuvieron la mirada fija en el recién llegado, tal como lo había dicho el profesor algunos ya lo conocían, y les extrañó de un día para otro ya no saber nada de él.
-Muy bien, tienen algo para decir-ni una sola palabra se escucho- entonces por favor Jaejoong pasa a sentarte en el quinto asiento al costado de la ventana.
El chico caminó sin decir nada, le había gustado que no lo hayan obligado a presentarse el mismo, prefería no tener que hablar con nadie ni que nadie le hablara. Estaba seguro que no  podría evitar que le hicieran preguntas y se reúnan alrededor de él en los recreos, pero también sabía que al igual que con su última clase lo dejarían en paz después de algún tiempo  al darse cuenta de su nulo interés de hacer amigos.
A un par de filas, Yunho observaba disimuladamente a su nuevo compañero. Le había parecido un chico interesante, no solo por la belleza que irradiaba, la cual no pasaba desapercibida para nadie, sino por algo en él que lo llamaba a conocerlo más, quizás esa mirada que no podía deducir, o esa presencia imponente digna de un gran líder, o esa aura misteriosa a su alrededor.
 Tenía ganas de descubrir que lo tenía tan intrigado, sin embargo, él no era de esos chicos que iba haciendo sociales con los nuevos o se aproximaba a alguien sin motivo alguno o solo para entablar amistad, de hecho solo basta decir que Changmin es el único a quien considera y consideró su amigo en toda su vida. Así que por no salir de rutina prefirió dejar las cosas así y hacer aparte su curiosidad.
Los siguientes días fueron pasando sin mucha novedad. Tal como Jaejoong había predicho, al comienzo todos se le acercaban para interrogarlo sobre diversos temas tratando de conseguir su atención, pero luego de ignorarlos magistralmente y negarse a responder cualquier pregunta, poco a poco fueron desistiendo hasta no acosarlo más, a excepción de algunas que suspiraban por él a lo lejos. Además de eso, no hubo nada que saliera de lo rutinario.
Pronto llegó el fin de semana, y más tarde nuevamente el tan odiado lunes. Los miembros del club de básquet tenían práctica esa tarde y como es de costumbre el entrenador  los exprimía al máximo. Por lo tanto terminaban hasta altas horas de tarde e incluso de la noche justo como en esta ocasión.
A paso apresurado todos se cambiaron y apresuraron a salir dejando el colegio vacío en instantes, pero uno de ellos, el capitán para ser más precisos, tuvo que quedarse último para revisar con el profesor algunos asuntos y como no se había cambiado aún, fue la última alma en abandonar la cancha.
-tardaste demasiado hoy- dijo recostado por la pared, mientras veía como se acercaba por el pasillo.
-lo siento Min, tuve que quedarme con el entrenador a revisar algunas estrategias de defensa- se disculpó mientras se reunía con el menor
-esta bien, no importa, de todas formas hoy también salimos un poco mas tarde del club de ciencias- dijo con comprensión, comenzando el recorrido hacia afuera del colegio.
Era increíble como dos personas tan diferentes podían ser tan amigas, uno tan inteligente y estudioso y el otro por el contrario uno de los mejores deportistas tan bueno en todo lo que sea esfuerzo físico, y aún así ambos con la suerte de haberse  convertido en un amigo incondicional para el otro, inclusive de vez en cuando uno de ellos no traía su auto al colegio para poder viajar junto  a su compañero y así como ya se les había hecho costumbre hace mas de un año.
-oh entonces ustedes también tuvieron un día pesado hoy, aunque analizar sustancias no es muy pesado que digamos- un toque de burla se escuchaba en su voz.
-cállate, tú que sabes de ciencias?, además nosotros utilizamos el cerebro y para eso necesitamos mucho conocimiento previo, no como los del club de deportes que se la pasan corriendo y les basta la adrenalina del momento para lucirse- dijo ofendido, mientras caminaba mas rápido. A Yunho no le quedó de otra más que seguirle el paso con una sonrisa en los labios, porque esto demostraba lo fácil que era alterar a Changmin y lo divertido que eran sus berrinches.
Cuando faltaba poco para llegar a la puerta de salida del edificio, el mayor se dio cuenta que algo le estaba faltando, se sentía un poco más liviano que en otras ocasiones.
-Min, espera…- se detuvo en seco.
-que sucede?- dijo dándose la vuelta para enfrentarlo.
-es que…olvidé ….mi… mochila- murmuró despacio. Pues sí, cuando se trataba de perder u olvidar cosas, Yunho era el rey, constantemente fastidiaba a los que lo rodeaban para que lo ayuden a encontrar su celular o billetera, era tan olvidadizo que a nadie le extrañaba que cambiara de número cada dos por tres.
-otra vez!
-lo siento, juro que no me di cuenta.
-como sea, ve a buscarla rápido que….-su celular comenzó a sonar, -es mi padre- comentó mientras leía el texto.
-que sucede?
-quiere que vaya urgente a casa, dice que no puede esperar.
-que extraño…pero si es urgente deberías ir ya.
-pero tu mochila…..
-no importa, yo voy a buscarla, y luego me voy caminando, además tengo ganas de tomar un poco de aire fresco- le interrumpió.
-pero Yunho, ya es tarde, en todo caso toma un taxi.
-no te preocupes- dijo sonriendo- ya te dije que quiero caminar un poco, y tampoco es tan tarde.
-bueno… esta bien- aceptó no muy convencido- pero ten cuidado.
-si, si, ya vete, que tu padre debe estar esperándote impaciente.
-bien, nos vemos luego- dijo por fin caminando apresurado hacia el estacionamiento donde dejó su auto.
Tras despedir a su amigo, Yunho regresó al gimnasio donde estaba su mochila con todos los libros y cuadernos necesarios para hacer los trabajos que se entregarían al día siguiente. Iba decidido a regresar a su hogar cuando algo llamó su atención. Una de las salas continuas al gimnasio, correspondiente al club de natación, estaba completamente abierta, cuando lo normal es que esté con candado, de la misma forma en que lo dejaban los encargados. Lo primero que se le vino a la mente fue que alguien todavía estaba adentro, así que más por curiosidad que preocupación, entró a ver.
No había nada de lo normal, todas las luces estaban apagadas pero por la claridad del pasillo que entraba se podía ver el reflejo del agua. Dio unos pasos adentrándose al lugar y fue cuando lo vio.
Una persona estaba flotando en el agua, más sin embargo no daba la sensación de que fuera por gusto, por el contrario, parecía alguien sin vida, con el cuerpo boca abajo directo hacia el agua, los brazos separados casi en forma de cruz. Era un estudiante del colegio como pudo notar Yunho al ver su uniforme.
-ehy?!!!, estas bien?!!.....-gritó a lo que no hubo ninguna respuesta.-responde!!!- nuevamente el silencio.
Ya no quedaba duda , esto era algo serio.
-demonios – dijo por lo bajo, mientras en una fracción de segundo, soltó su mochila y se quitó los zapatos, para instantáneamente tirarse al agua de un solo chapuzón.
Nadó lo más rápido que pudo. Se sumergió un poco y pasando alado de la persona pudo darse cuenta de quien se trataba. Los cabellos negros se movían suaves por el agua, aun boca abajo pero iluminado por la luz que se filtraba del pasillo, con los ojos cerrados y sus facciones tan tranquilas que podía parecer una deidad acuática. Se veía hermoso, una escena sacada de ensueños, con un toque místico. Todo eso notó Yunho mientras reconocía a Jaejoong, pero no podía estar feliz con la situación, pues la preocupación de saber que podría morir o ya estar muerto le movía cada una de sus células, y saber que era Jae el que estaba en esa situación lo desesperaba aún más.
Como pudo lo sujetó y lo llevó hacia la orilla de la piscina. Lo sacó del agua primero a él y luego salió también. 
-reacciona!- ordenó mientras lo sostenía entre sus piernas y lo sujetaba con un brazo mientras que con el otro golpeaba levemente su rostro. No había respuesta, su pulso se aceleró como nunca antes, no podía permitir que muriera. Lo conocía apenas y no sabía nada de él, pero de solo pensar que pudiera morir,  hacía que se le congelara la sangre y una profunda tristeza se apoderada de él.
No podía llamar a nadie, sabía perfectamente que nadie mas estaba en el colegio, quizás algún guardia, pero del único del que tenía conocimiento se encontraba en la entrada de la instalación, demasiado lejos para traerlo.
Comenzó a sacudirlo, no tenía idea de cómo se hacía reanimación así que eso no iba a servirle de mucho. Estaba decidido a intentarlo a pasar de que no le saliera bien, pero un leve estremecimiento por parte de Jaejoong, tras uno de las sacudidas que le había dado, lo hizo desistir de sus planes.
Algo de agua comenzó a fluir de su boca, a los pocos segundo comenzó a toser y escupir lo que le quedaba de líquido en sus pulmones.
Sus ojos fueron abriéndose lentamente, no podía ver bien, así que trató de concentrarse para saber donde estaba. No reconoció el lugar y menos la persona que estaba enfrente suyo con expresión de alivio. La cabeza le daba vueltas, y no estaba muy seguro de que era lo que estaba haciendo anteriormente.
- tú?- reaccionó reconociendo al otro.
-me alegra que hallas despertado, me asusté cuando te vi medio ahogándote- nunca pensó siquiera sentirse tan desesperado y cuando vio que estaba reaccionando fue como quitarse una tonelada de encima por el alivio que lo invadió.
-suéltame-dijo a secas tratando de sostenerse por si mismo.
-pero… estas bien?
-si, ahora suéltame
Sin nada más que hacer, Yunho lo soltó aun temiendo que pueda estar débil. Jaejoong se puso de pie, parecía no tener ningún tipo de dolor así que sin más se dirigió hacia la salida.
-espera- lo detuvo era muy extraño su comportamiento, se supone la actitud de alguien que acaba de ser salvado debe ser diferente, sin embargo esto no molestó a Yunho, pero si le causó un poco de tristeza, pues no así parecía importarle su presencia a Jaejoong-…puedo preguntar que es que hacías aquí- dijo algo incrédulo, pues eso era el extremo de extraño.
Detuvo su paso pero no se dio la vuelta, le molestaba que la gente curiosa, por experiencia propia, sabía que las personas que sabían demás terminaban muy mal.
-eso no es de tu interés- apuntó sin mas para luego salir  por otra de las entradas desapareciendo en el oscuro pasillo.
El moreno tenía ganas de seguirlo, y preguntarle cual era su problema, en sima que lo había salvado, este en vez de agradecerle lo trata con una frialdad impecable. Aun así esa maldita sensación que simplemente no lo abandonaba, e inclusive le hace olvidar todo tipo de enojo y más al recordar el susto que se llevó al pensar que podría ahogarse.
Estaba a punto de ir a buscarlo, pero un pequeño destello a un costado suyo le llamó la atención. Justo donde Jaejoog había estado acostado, había una pequeña cadenita. Se agachó para recogerla y admirarla de cerca. Era de oro y tenía unas iniciales inscriptas “SR”, y por la forma se notaba que era de mujer. Lo extraño era que más que seguro lo traía Jae, ¿sería de su novia? O de ¿su madre?. En tanto regresaba de sus pensamientos, recordó que estaba por ir en busca de él, pero por entretenerse le perdió el rastro.
-bueno, no importa, ahora tengo una excusa para acercarme mañana- dijo esbozando una sonrisa.
Recogió su mochila y regresó a su casa, con la esperanza de al día siguiente  poder acercarse más a esa persona que irremediablemente capturó toda su atención.
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Al día siguiente, un hermoso día, acompañaba la mañana de clases del martes. Faltaba solo unos pocos minutos para que las primeras clases comenzaran.
Sentado en su pupitre del aula con una mano levantada en el aire, Yunho observaba el colgante que el día anterior había recogido- que persona es tan importante para ti, que llevas su collar contigo?- se preguntó mentalmente. Hubiese seguido ensimismado en sus pensamientos si no fuese por el golpe que recibió en la cabeza.
-pero que…?
-ya deja de pensar tanto que ya me estas asustando- dijo sosteniendo el cuaderno autor del golpe- ehh? De quien es eso?.- preguntó  apuntando la alhaja.
-sabes existen  otras maneras de saludar- sobándose la cabeza donde recibió el golpe- esto?... es de Jaejoong.
-Jaejoong? y por que lo tienes tú? –observó más detenidamente-acaso eso no es de mujer?
 -si, si, lo se, pero lo tenía él anoche, cuando lo encontré en la piscina.
-ehh?...espera… Tú lo viste anoche en la piscina?
Ahhh- suspiró- es una larga historia- mejor te lo cuento en el almuerzo que ahora tenemos clases- dijo mientras el profesor entraba seguido por los estudiantes que esperaba en el pasillo entre ellos el que había sido tema de conversación de los dos amigos.
El pelioscuro se ubicó en su asiento tal como lo hacía todos los días, ni siquiera había mirado en dirección a Yunho, como si lo que hubiese pasado la noche anterior no hubiese significado nada ni siquiera el hecho de que aún respira gracias a él.
Esa actitud ya no sorprendía a Yunho, pero si el chico quería ser serio el sería todo lo contrario haber si así podía capturar su atención.
Ya en el comedor, el Yunho aprovechó para contarle a Changmin todo lo que había sucedido, a lo que este reaccionó con sorpresa y tan confundido como lo estaba el otro. Jaejoong no parecía de esos que se quisieran suicidar inclusive con lo antisocial, tenía las características de alguien que muere en orgullo y un mínimo de amor propio; pero encontrarlo semi ahogándose en la piscina del colegio sale de cualquier tipo de suposición.
-pero al final no me contaste lo que sucedió con tu padre, tenía mucha prisa en que te encuentres con él.
- no fue nada- dijo tratando de salir del tema- solo un problema con la empresa, ya sabes… como yo tengo parte  de las acciones, me necesitaba para resolver algunos asuntos.
-ahh, que bueno que no fue nada malo.
-nop… todo está bien- dijo con una sonrisa tranquila, aunque algo le estuviera molestando en ese momento, algo que nadie podía saber por orden de su padre.
Siguieron comiendo lo que le quedaba en sus bandejas y conversando de otros temas de importancia trivial. Hasta que alguien entró por la puerta y se sentó a unas mesas de ellos.
Yunho lo observó por un momento.
-crees que tenga un problema mental- preguntó Changmin, observando al mismo sujeto que Yunho.
Se dio la vuelta a su amigo con el seño fruncido y algo confundido, luego lo pensó un momento y solo levantó los hombros en signo de ignorancia.
-se lo preguntaré- comentó antes de intentar levantarse.
-Yunho, estás loco- lo detuvo del brazo- que crees que te responderá….”o por supuesto que sí, por favor llévame al psiquiatra”- Yunho volvió a sentarse- y después te contará todos sus traumas de niñez y se volverán los mejores amigos….oh si claro!! como no?
-bueno pero vale la pena intentarlo- dijo con una sonrisa inocente.
-a veces pienso, si eres o te haces.
-bueno…en realidad…
-no me respondas, prefiero ahorrarme traumas.
-no pero ya en serio, quiero preguntarle o averiguarlo de alguna manera.
-haz lo que quieras- dio un gran suspiro antes de pronunciar esas palabras- pero no te aseguro como ese te responda- miró fijamente a Jaejoong- además hay muchas cosas raras alrededor de ese chico.
-a que te refieres- murmuró acercándose a su amigo sentado frente a él.
-que no lo sabes?- susurró para que nadie escuchara- él ya entraba al colegio hace tiempo, desde primer año, pero de un día para otro, a mediados de segundo año,  desapareció, nadie supo que fue lo que le ocurrió, se cree que se enfermó, pero eso sería muy raro porque si hubiese sido grave no hubiese regresado aún, y si hubiese sido leve no habría faltado por más de seis meses.
-no pudo simplemente cambiarse de colegio y después decidir regresar- pronunció bajito pero con lógica- no le veo tanto misterio al asunto.
-no, ya pensé en eso, pero en ningún momento vino a retirar sus documentos así que una transferencia no sería posible.
-a mí se me hace que se dio de aragán y decidió faltar, y ya- se tiró hacia atrás en el asiento, orgulloso de su deducción.
-en serio eres idiota, no?- meneó la cabeza resignado.
-vamos, era solo una broma- rió divertido- además no me parece esa clase de persona.
Volvieron, nuevamente, su atención a jae. Como siempre no dejaba que nadie se le acercara ni tampoco probaba un solo bocado de la comida que tenía en frente.  Una persona verdaderamente extraña.
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Como toda institución de prestigio del país, Seognam, poseía enormes jardines para permitir a sus alumnos descansar y tener todo un espacio para todo tipo de actividades. Más allá de una de las enormes fuentes de agua, se hallaba un colosal roble de fuertes ramas, grandes hojas y hogar de diversos espécimen de aves.
Ese era el lugar favorito de jaejoong, lo suficientemente oculto como para que nadie lo moleste. Disfrutaba  de la soledad, por el bien de todos la disfrutaba.
Se sentó entre las raíces sobresalientes del árbol cerrando los ojos y relajándose con el viento fresco que soplaba mientras en el firmamento comenzaban a formarse nubes grises que oscurecían el día antes de tiempo.
Soledad, era una palabra a la cual estaba acostumbrado, a pesar de que por momentos esté rodeado de gente, realmente no tenía a nadie, así esas personas se llamaran familia. aunque en parte sabía que era por su culpa. Todo en realidad era su culpa, él se merecía no tener a nadie, merecía estar siempre solo, merecía sufrir, merecía cualquier castigo que él cielo quiera darle.
-por qué siempre está tan apartado?- esa voz lo sacó de sus meditaciones. Levantó la vista para cerciorarse si en verdad se trataba de quien creía- esta apunto de llover- con una caída brusca se sentó junto al otro.
Jae no le prestó mucha atención y siguió con su vista al frente.
Aunque intentaba entenderlo no podía, no había razón por la cual alejarse de todos, tampoco era necesario conocer a todo el colegio, pero hacer un poco de relaciones sociales no le haría mal. En parte le molestaba su autoaislamiento, pero por otro lado le daba un poco de pena cuando lo veía así.
-sabes?-la otra vez en la piscina olvidaste algo, solo quiero devolvértelo.- Yunho quitó de su bolsillo el colgante y lo expuso ante la mirada de jaejoong que no se había inmutado en lo más mínimo ante sus palabras. Sin embargo al ver el pequeño objeto sus ojos se abrieron considerablemente para posteriormente denotar una profunda tristeza.
Lentamente movió su mano hacia el collar y lo sujetó. Lo observó por una fracción de segundo aún con esa triste mirada. A Yunho le causó mucha pena verlo así, sentía como si fuese él , el que estuviera sufriendo aunque no entendía las razones.
-de quien era?- pregunto yunho
-que?_ se volvió hacia el más alto.
- no creo que haya sido tuyo, su diseño es muy femenino.
-era de alguien muy especial- contestó
-ya veo- bajó la cabeza, hasta que recordó algo que quería hacer antes de encontrarse bajo ese árbol.- Jaejoong, seamos amigos.
-ehh??!!- lo miró bruscamente. Para entonces yunho ya se había parado.
-quiero que seas mi amigo- dijo sonriendo-así que hagamos bien las cosas- se paró frente a Jae con la mano y el brazo entendido-  Jung Yunho - dijo formalmente-  y tu nombre es…
Era un a broma? Todo lo que había intentado para alejarse de todos y ahora así como así, él se acercaba y de la nada pedía ser su amigo. Él no era así, él no podía hacer amigos…Y sin embargo…
-Kim Jaejoong- se levantó y juntó sus manos.
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-no hubo problemas con el traslado de mercancía, los “otros” no lograron encontrar el le lugar de las transacciones.
-muy buen trabajo-dijo un joven alto de no más de venti-tantos años que a pesar de todo denotaba un rostro de respeto, con su cabello corto color de la noche,  y grandes ojos oscuros-ya era hora de que  hagan algo bien…. ya no permitiré que esos imbéciles se entrometan en nuestros negocios.
La habitación lujosa con grandes sillones circulares en medio y al final un enorme escritorio, contaba con la presencia de 10 hombres, entre guardaespaldas, y empleados del joven que ocupaba el asiento del escritorio.
-que mas tienen para decirme?- preguntó el joven líder
-jefe…, no se ha encontrado el cuerpo del traidor, se cree que la corriente lo llevó mar adentro.
-mmm… ya veo, espero que ese miserable halla muerto con mucho dolor- una sonrisa de malisia se dibujaba en sus labios mientras imaginaba el sufrimiento que el traidor habría sufrido al morir, quizás sobreviviendo al impacto de bala y muriendo ahogado o al chocar con el agua- y que hay de su compañero?
- de él no se ha sabido nada, simplemente desapareció- respondió el hombre de mas de 30 años de apariencia fuerte y dura.
-bien, no importa, dejemoslo tranquilo, y que viva con el dolor de haber  visto morir a su “amiguito”-poniendo mucho énfasis en esa última palabra- Espero que Yoochun se esté pudriendo en el infierno.
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Aún permanecían con sus manos unidas cuando aisladas gotas comenzaban a caer. Yunho miró al cielo y sintió varios toques en forma de líquido sobre su rostro. posteriormente las gotas fueron aumentando hasta convertirse en cuestión de segundos en una copiosa lluvia, una lluvia de aquellas que pareciera que traerían el segundo diluvio universal.
El más alto aún con la mano sobre el otro, lo sujetó aún más fuerte.
-vamos!!- dijo sonriendo mientras comenzaba una carrera tirando al otro consigo.
Corrieron como si de su vida se tratara. Tenían que cruzar todo el extenso jardín para ponerse a salvo bajo el techo de la institución.
Jae casi no podía ver del agua que se presentaba frente suyo. Su ropa estaba completamente empapada y sus zapatos empezaban a ensuciarse por el barro formado bajo sus pies.
Llegaron a una de las entradas del colegio. Sus uniformes completamente mojados y sus respiraciones algo irregulares por la carrera. De repente Yunho comenzaba a reir mientras se apoyaba por una de las columnas.
-creo que ya no podremos entrar a clases así- comentó aún riendo. Jae lo miró un segundo y formó una pequeña sonrisa.
-de todas maneras no tenía ganas de ir- dijo y se sentó sobre uno de los escalones de la entrada- es mejor que nos sequemos.
-vamos a la enfermería allá habrá toallas que puedan prestarnos
-bien- ambos entraron al edificio y se encaminaron por un gran pasillo.
Se sentía extraño, demasiado, pero increíblemente le agradaba.  No estaba bien el no debería estar siguiéndole el juego a Yunho, nunca debió cambiar su actitud con él, pero no podía hacer otra cosa, simplemente fue un impulso y ahora no parecía haber retorno atrás, pues por lo poco que sabía del chico aunque intente alejarse, sabía que este nunca lo dejaría en paz, así que para que estresarse.
Tras doblar varias veces y caminar por otro largo corredor. Al final de este se encontraron con una pequeña habitación doble con un símbolo de cruz roja sobre la entrada.
Entraron y la joven enfermera los atendió prestándole lo que habían ido a buscar.
-voy a enfermarme de una neumonía y no voy a venir al colegio por varios meses- yunho murmuraba mientras aún se secaba el cabello y cambiaba su uniforme por el de básquet que estaba seco.
-que tiene eso de bueno?- Jaejoong aún tenía su camisa mojada pues no tenía otro cambio de ropa-
-descansar del colegio por un tiempo- se dirigió al pequeño espejo que estaba junto a las camas que utilizaban los enfermos ocasionales del colegio. Movió la cabeza a ambos lados y con los dedos comenzó a arreglarse el cabello. Luego miró a un lado y vio a jae que aún estaba empapado.
-deberías conseguirte otro uniforme de lo contrario el que enfermará serás tú.
-estoy bien, no te preocupes- caminó hacia atrás y se sentó en una pequeña banqueta de madera.
Podía verlo allí, sentado con todo el cuerpo pasado por agua. Era una persona demasiado interesante, eso lo supo desde la primera vez que lo vio, todavía tenía ganas de preguntarle sobre lo de la pasada noche, pero no quería abusar de su suerte, ya había logrado mucho haciendo que lo acepte. Inspeccionó con detenimiento su cuerpo, estaba levemente temblando eso le traía un poco de culpa, por lo tanto no podía dejarlo así.
Yunho iba a decir algo pero certeros golpes en la puerta llamaron su atención.
-adelante- invitó el más alto al que esperaba del otro lado.
-buenos días- Changmin entró por la puerta pero miró algo extrañado a su amigo allí- Yunho?...que haces aquí? Te sientes mal? Y que hay de tu uniforme?
Yunho lo miró divertido se preocupaba demasiado a veces.
-nos mojamos en la lluvia, estoy bien y el uniforme es porque el otro está mojado
-ah- dijo en forma de entendimiento, pero luego algo hizo clic en su cabeza y le dedicó una mirada dubitativa- “nos”?
-pues sí, “nos” mojamos o caso no estás viendo?
-eh? –nuevamente sus ojos  vagaron por la habitación y entonces se dio cuenta de que había alguien más allí.
Justo esa persona que tantas interrogantes había creado, aquel loco sin fundamente que de una forma no muy ortodoxa trató de auto eliminarse de acuerdo a sus últimas conclusiones. También había otras posibilidades, pero esa parecía la más probable. Pero como no tenía nada en contra de él, no le molestaba en lo más mínimo tenerlo cerca. Inclusive si se le daba la oportunidad podía resultar una persona agradable, totalmente contraria a ese que mantuvo a todos a por lo menos tres metro de distancia.
- ahh, Jaejoong, lo siento no te había visto.
El de cabellos azabaches se había quedado inmóvil mientras escuchaba la conversación de los otros dos. En parte envidiaba  ese tipo de relación, actuando tan naturalmente el uno con el otro preocupándose entre sí…será que él también podría comportarse con Yunho así alguna vez? Pues ahora eran amigos no?
-pero mírate, tu ropa todavía está húmeda- luego recorrió el lugar nuevamente y no vio por ningún lado a la enfermera.
-donde está….?
-se fue a hacer una diligencia con el director- dijo adivinando el pensamiento de Changmin.
-bien entonces iré a buscarte algo seco que ponerte.
- no es necesario, mandaré a traer algo de mi casa- murmuró jaejoong.
-eso puede tardar mejor iré a ver si encuentro algo.
Fue hacia la puerta, la abrió y dio un paso afuera pero antes de continuar se dio la vuelta.
-ah, por cierto, mi nombre es Changmin- con esa últimas palabras terminó de salir-
Te recomiendo que no te opongas a su ayuda- advirtió Yunho cuando Min ya se había ido.
-siempre es así’- pregunto Jae.
-si, es su genético de solidaridad.
-eso existe- dijo riendo ante al ocurrencia.
-eso creo, su familia desde sus ancestro tienen fama de ser médicos o hacer donaciones de caridad.
-así que un ángel ayudando a un demonio- susurró con ironía.
-dijiste algo?- pregunto Yunho.
-no
Pasaron algunos segundos y ambos esperaban a Changmin. Jae tenía grandes inquietudes respecto a yunho. Lo miró por un momento, no se atrevía a preguntar.
Abrió la boca para decir algo pero la cerró en un suspiro. Yunho volteó hacia él y sonrió.
-se que quieres preguntar algo, solo dilo.
Jae dudó un segundo pero luego decidió hacerlo
-por qué quieres ser mi amigo?
-porque me agradas- dijo sencillamente.
-pero por qué te agrado?
Yunho se quedó pensando un momento mientras hacía un gesto rascándose la cabeza.
-mmhh…porque a pesar de que siempre estás solo yo sé lo que quieres aunque intentes negarlo.
Jaejoong frunció el ceño.
-y que crees que quiero?
- ser normal, tener una vida común y corriente, hacer todas las cosas que se supone a esta edad hagamos, dejar de pensar que es  “el mundo y tú” y que en realidad sea “tú dentro del mundo”.
Jaejoong suspiró luego de quedar pasmado con esas palabras. No tenía idea de cómo, pero Yunho había dado en el blanco. Ese era de alguna forma su deseo de lo más profundo de su inconsciente ahora que se ponía a analizar.
-aunque tengas razón, ese no es suficiente motivo.
-si lo es, porque yo también me sentía así.
-eh?...
Cuando iba a intentar decir algo más la puerta se abrió dejando ver a Changmin con ropas en sus brazos.
-un estudiante de segundo año me dio esto- caminó hacia Jae y se lo entregó- es un uniforme de gimnasia, él me dijo que puedes tenerlo hasta mañana.
Jaejoong realmente no podía creer que recién conociéndolo Changmin lo tratará así, tanto el como yunho eran demasiado amables.
Se cambió en unos minutos y se arregló el cabello como lo había hecho anteriormente Yunho.
-aún así, no creo que los dejen entrar así en las aulas.
-lo sé, no importa podemos saltarnos las clases por hoy- se recostó por la pared- no tengo otra opción tendré que deambular por el colegio hasta que sea hora de las prácticas de básquet.
-ahh, ahora que recuerdo, donde estaba que se quedaron en esas condiciones- interrogó Changmin.
Jaejoong, quien ese había sentado en una de las camas, lo miró e intentó contestar pero yunho lo interrumpió.
-ohh claro, casi lo había olvidado, a partir de ahora jae es nuestro nuevo amigo- se sentó junto al nombrado y posó un brazo por su hombro.
-lo dices en serio?...y yo que pensé que odiaba a todo el colegio
-que?- hizo una mueca de incredulidad- no, yo realmente no odio a nadie del colegio, es solo que yo… en realidad no soy muy social.
-bueno, nosotros tampoco es que andemos conociendo gente por todos lado, o conversando con medio mundo, nuestro grupo prácticamente somos solo Yunho y yo.
-si, así que no tienes que preocuparte- agregó yunho- vamos a llevarnos muy bien.
De repente todo se sentía cómodo, solo hace unos pocos minutos que se hacía llamar amigos de esos dos y ya sentía que podía actuar sin ataduras frente a ellos. Se sentía cálido, una calidez que nunca había sentido antes. Por alguna razón ya no quería preocuparse por las consecuencias de cada cosa, solo quería ser una persona normal, solo quería ser jaejoong.
Formó una sonrisa en sus labios, una sonrisa sincera.
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-jae?- estaban en medio de una práctica de básquet, él le había persuadido de unírseles pero realmente le sorprendía tenerlo en frente.
-lo siento creo que fue un error, mejor me voy- aún con la mochila en hombros y el uniforme desaliñado, retrocedió por sus pasos y se dispuso a salir.
-no espera!- Yunho rápidamente lo sujetó del hombro, y casi lo arrastró al centro de la cancha
-quien es?- preguntó uno de los jugadores.
-este es jaejoong, a partir de hoy será parte del equipo- una gran sonrisa se alzó en sus labios.
El recién llegado, miró con un poco de desconfianza al principio, en algunas cosas era increíblemente inseguro. Luego observó un poco los rostros de los otros y pudo  sentirse como fuera de lugar, pero Yunho le dio doSun gesto de ánimo por lo cual dio un paso adelante y saludó a sus nuevos compañeros.
Para darle la bienvenida, hicieron un partido donde el equipo fue dividido en dos. En uno de los equipos estaba Yunho y en el otro Jaejoong. el nuevo miembro realmente no estaba asustado de competir con el capitán, además de que este era Yunho, realmente no era de esas personas que tenían miedo por un simple partido así sea con jugadores de la NBA.
No pasó mucho tiempo, hasta que jae comenzó a demostrar lo bueno que era. Era una verdadera sorpresa para la mayoría, inclusive era mucho mejor que algunos integrantes que habían estado en el equipo desde su primer año de preparatoria.
Manejaba la pelota con maestría, encestaba desde todos los ángulos y podía escapar de cualquier marca, o quitar el balón a quien se le ocurriera seguir. Él único que podía comparársele era el capitán. Varias veces estuviera en una lucha entre los dos por llegar primero al aro contrario. Es así, que de ida y vuelta de un lado de la cancha a la otra, y por un muy poco el equipo de yunho logró ganar.
Todos estaban sudados para entonces, muchos fueron a las duchas, yunho y jaejoong iban a ser los mismo cuando escucharon que los llamaban de la gradería.
-impresionante!- changmin había visto todo el partido y ahora espera sentado cerca de una de las entradas al lugar- jaejoong, y dices que nunca jugaste en otro equipo?....fue genial!
-si yo también volví a preguntar eso- agregó yunho mientras sujetaba una botella de agua fría y la llevaba a sus labios.
-solo practiqué mucho con algunos conocidos, a veces no reuníamos solo para jugar
-pero aún así juegas como un profecional, si casi dejaste en ridículo a Yunho, jaja
Rápidamente bajó la botella lo miró desafiante.
-no te pases, esta bien que sea bueno pero yo soy mejor- se defendió yunho
-no creo que sea por mucho, ya viste como te dejó solo en la primera práctica- se burlaba Changmin
-eso no es cierto, yo podría correr diez kilómetros ahora mismo.
-si claro como no?
Jaejoong, solo podía reír ante la pequeña discusión de los otros dos. Disfrutaba verlos así, de repente empezaba a disfrutar de las cosas más insólitas, o lo que era insólito para él por lo menos.
-y tú que dices Jae?-interrogó Changmin
-creo que diez kilómetros es poco, si es solo eso lo que puedes correr no se como puedes ser el capitán- bromeó jaejoong
-si, acaso tú puedes correr más?- desafió Yunho
-claro- respondió jae
-lo ves?, te dije que te faltaba estado
-Min, cállate- gruño el moreno.
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En una pequeña habitación, los rayo del sol iluminaba el cuerpo de aquel hombre recostado entre las sabanas.
-levántate, de una vez- una persona de estatura media y cabello castaño le hablaba al cuerpo hubicado entre las sabanas blancas
-no quiero, déja que el sueño me lleve de nuevo hacia los recuerdos de mi familia.
-basta…. Se que es duro, pero debes intentar seguir adelante, ya has estado aquí tirado durante cuatro meses, es hora de que veas como superarlo.
-SUPERARLO??!!!..... superarlo dices???!!!!, como crees que seré capaz de superar que hallan matado a mi esposa y a mi hijo frente a mis propios ojos?!!!!!!- de un momento a otro de un salto el hombre de casi 35 años, piel morena, ojos cafés y contextura física fuerte se encontraba arrodillado sobre la cama, mientras en esos ojos que habían llorado durante los últimos meses, desde el día en que perdió a los seres que más amaba, ahora solo mostraban dolor y un sentimiento tan fuerte como este: el odio. El odio hacia sus asesinos, hacia aquellos que le metieron una bala en la cabeza a su pequeño hijo de 5 años, y hacia aquellos que sin contemplaciones golpearon a su esposa hasta dejarla sin latidos- juro que encontraré  a quien hicieron esto y los materé muy lentamete, haré que sufran hasta ya no poder mas y luego los estrangularé con mis propias manos, principalemente a ese monstruo, a ese que ocultaba su rostro tras una mascara.
-ya tranquilízate Henwon!- intentaba calmarlo su primo- si es que quieres vengarte como dices, primero que nada necesitas energía y para eso debes comer y salir de este lugar, de los contrario nunca lo lograrás.
-lo sé, tengo que ser fuerte por ellos….-dijo tratando de tranquilizarse.
-exacto, sabes que cuentas con mi apoyo, no seré un buen ciudadano, pero jamás lastimaría a personas inocentes como ellos. Además tengo algo bueno que contarte.
-algo bueno… para mi ya nada es bueno- dijo con tristeza en los ojos mientras se sentaba al borde de la cama.
- se que esto te interesará. Me encontré con un amigo de hace mucho, y él ahora está trabajando para los rivales de quienes te hicieron esto- comentó mientras tomaba asiento en una silla frente suyo- el nos puede ayudar mucho, está enterado de muchas de los asuntos de este grupo y creo que no tendrá problema de proveernos de todo lo que necesitemos.
-bien…creo que eso si es bueno, cualquier cosa que me ayuda a eliminar a esos tipos es bueno.
-ahora tenemos que idear un plan, sabes que involucrarse con ese tipo de organizaciones no es fácil. Ni siquiera para dos personas como nosotros.
-si lo tengo muy en cuenta, pero no importa si me cuesta la vida juro que les haré pagar…..
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Las prácticas continuaron y jaejoong pudo lucirse, todos aún no daban crédito a lo bueno que era y eso lo integró aún más. Los siguientes días continuó asistiendo y practicando con los demás. Todos comenzaron a gustar de su compañía,  era un chico muy hábil y trabajador, se esmeraba a cada segundo.
Como siempre tras la ardua jornada, todos los jugadores pudieron tomar una ducha y regresar a casa.
-jaejoong!...espera!- por el pasillo corrió para poder alcanzar al llamado.
Jae, lo esperó paciente en el umbral de la entrada del edificio.
-gracias- se enderezó en su posición después del pequeño trote- quería preguntarte…con quien irás a tu casa.
-llamaré a mi chofer para que me recoja- dijo mientras acomodaba su pequeño bolso colgado en uno de sus hombros.
-mmm…es un poco tarde para eso, como cuanto tardará?
-es posible que hoy llegué más tarde, ya que mi hermano lo tiene ocupado toda la tarde y parte de la noche-aclaró
-entonces, yo te llevaré- más que un ofrecimiento, sonaba a un hecho indiscutible
-no hace falta, puedo esperar
-no…quiero llevarte- Yunho puso los ojos más grandes que poseía y la cara más tierna que sus facciones podían crear- si?- preguntó con tono meloso.
Jaejoong suspiró, con lo que ya había conocido al chico estaba más que convencido que cuando le entraba algo en la cabeza no paraba hasta conseguirlo, y si por alguna razón no lo lograba, era para atenderse  a las consecuencias.
-bien….
-perfecto- sonrió Yunho y lo arrastró hasta su auto.
En medio del entonces estacionamiento vacío, se encontraba un hermoso auto deportivo color blanco con vidrios polarizados, decoraba el desolado lugar.
Yunho invitó a subirse a colocarse el cinturón de seguridad.
¿Alguien alguna vez pensaría que Kim Jaejoong, sería llevado a su casa por un amigo? Extraño?, demasiado para ser específicos. Pero esta no era una de las cosas más sorprendentes, ahora hacía todas esas cosas que no solía: hablar sobre todo tipo de cosas, hacer trabajos con sus dos, ahora amigos;  salir a fiestas, ser miembro de un club, básquet en este caso, bromear constantemente y cuantas cosas más que nunca hizo hasta conoció a Yunho y posteriormente a Changmin.
Tomaron rumbo por una de las avenidas principales, los estridentes sonidos y las brillantes luces combinaban en una noche de ciudad que para muchos apenas empezaba. Jaejoong le había dado la dirección a Yunho, y como este sabía de la reservada zona, no tuvo que pedir más indicaciones.
Iban en demasiado silencio, por lo que Yunho con afán de animar el ambiente comenzó a hablar.
-tu hermano vive contigo?- recordó que no hace mucho, jae le había hablado de su familia, poseía un hermano, sus padres ya había fallecido por lo que no tenía a nadie más. En cronología con ese hecho, Yunho le había contado también sobre la suya, que su madre había muerto, que su hermana estudiaba en el extranjero y que vivía en un departamento solo ya que su relación con su padre no era una de las mejores.
-si- respondió- pero no creo que nuestra relación sea específicamente de buenos hermanos- se recostó un poco más por el asiento- él no es alguien con el cual puedas tener una estreches de afectismo, por el contrario es más como si cada uno utiliza al otro, por lo tanto mientras el trato esté bien, no es necesario calidez humana alguna- sorpresa? Para nada. Cuando conoció a jae, sabía que había algo malo en su entorno, pues de lo contrario no sería tan reacio a cualquier tipo de compañía.
El de cabellos de seda negra, se dio la vuelta para ver a su compañero.
-que?- cuestionó sin apartar la mirada del volante y
-no te sorprende, en serio?- preguntó con una juguetona sonrisa.
-para nada, un bicho raro con un hermano más raro aún, no hay acertijo en eso- con esto se volvió hacia él y le devolvió la sonrisa.
Se escuchó la carcajada de los dos. Posteriormente Jae volvió su posición en el asiento del copiloto, mientras yunho se concentraba únicamente en el camino.
Minutos más tarde nuevamente el silencio.
-realmente crees en la amistad?-esta vez fue jaejoong quien rompió el hielo.
-si, lo creo- a pesar de todo el tenía esperanzas en la vida, y l amistad era una de esas esperanzas.
Jaejoong rió con ironía.
-tú eres una de esa personas que no importa que tantas desgracias vea en el mundo siempre seguirán siendo optimistas, y por lo tanto morirán en una dulce fantasía sin sentido.
Yunho suspiró, a pesar de todo jaejoong aún poseía parte de esa naturaleza oscura que cuando lo conoció.
-es mejor morir en una fantasía, que vivir en una pesadilla, no?. no entiendo por que no cofíar en la amistad, no todos es falso en este mundo, eso si te lo puedo asegurar, o me ves cara de embaucador?  pues somos amigos, verdad?
Jaejoong observó por la ventanilla al otro lado de Yunho.
-nada bueno salió de eso la última vez.
-no tienes que recordar, mejor vive tu presente eso hago yo….además yo realmente quiero ser un buen amigo para ti.
-no tiene sentido, que de bueno puede haber en tenerme como amigo-ahora nuevamente  miraba al frente- yo no soy una persona que merezca eso.
Yunho estacionó el auto en el primer especio que se le cruzó en frente.
Suspiró nuevamente, se desabrochó el cinturón de segurida, se dio la vuelta bruscamente hacia jaejoong y lo sujetó de los hombros mirándolo fijamente a los ojos.
-ya deja de decir eso sí?
Jaejoong abrió bastante los ojos ante los movimientos del más alto.
-quiero ser tu amigo porque me agradas, así seas el ser más raro de este planeta, así no me creas que soy un eterno optimista sin causa, así pienses que soy un fastidio que no puede dejarte en paz, así a veces quieras patearme por lo idiota que pueda parecer.
Jae solo siguió con una mirada caída pero fija en el rostro de Yunho.
-así te creas el ser más miserable y antisocial de corea, tú me caes bien, y ya te tomé aprecio… así que olvídate de intentar deshacerte de mí, ok?
-jaejoong  no dijo nada, pero ante la insistencia con que lo observaba Yunho sabía que tenía que responder algo.
-no me hago responsable de traumas adquiridos por mi compañía- respondió al fin con una pequeña sonrisa en los labios.
-idiota- lo soltó y le devolvió la sonrisa.
Sin más interrupciones, continuaron su viaje. Yunho arrancó el auto y tomó una ruta alternativa para llegar más rápido. A los pocos segundos el más alto recordó algo en el diálogo de jaejoong y eso lo hizo inquietarse un poco.
-jae, que fue lo nada bueno que salió la última vez?
Jaejoong, lo miró pero no contestó inmediatamente.
-algo que espero nunca suceda contigo.
Yunho ya no insistió.
Pero jae, sabía que esa noche iba a volver a soñar con aquel acontecimiento…y como tratando de conseguir fuerzas, buscó en su bolsillo y sujetó con firmeza ese pequeño objeto de iniciales “SR”.

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